Friday, November 22, 2024
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Toxnet: la llegada de internet a una comunidad en la sierra de Puebla

San Antonio Toxtla es una comunidad perteneciente al municipio de Chiconautla, en la sierra norte de Puebla. Entre cerros de…

By Oswald Alonso Navarro , in Investigaciones , at 5 de marzo de 2020

San Antonio Toxtla es una comunidad perteneciente al municipio de Chiconautla, en la sierra norte de Puebla. Entre cerros de bosque tropical y plantíos de chile serrano, café y maíz, el lugar siempre se ha caracterizado por su aislamiento. 

Reflejando ese apartamiento es como inicia el documental Toxnet. Una de sus habitantes narra en náhuatl que: hace unos veinte años se tenía que viajar a Zacatlán –cabecera del municipio con el mismo nombre, que se encuentra más desarrollado por las industrias de la manzana y turística– para trabajar y comprar artículos de primera necesidad; no había electricidad y solo existían veredas y caminos de terracería.  

Poco a poco la infraestructura de Toxtla ha ido mejorando. Ahora ya hay luz y drenaje, aunque por su geografía sigue habiendo ciertas limitantes y pocas oportunidades laborales para el desarrollo económico de sus habitantes. 

El documental Toxnet empieza reflejando ese apartamiento histórico, para luego contrastar los cambios sociales que han surgido con la llegada del internet satelital en 2014 –que se pensó como un gran avance para el pueblo de Toxtla–. 

La directora, Zahira Aldana Ramírez, quiso documentar esas transformaciones en su proyecto de titulación de la licenciatura de Comunicación en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) que presentó el pasado enero.

Según lo que Aldana ha contado a LADO B, su objetivo era visibilizar las tensiones entre el progreso al que se aspira y lo que significa para una comunidad (mayormente indígena y dedicada a la agricultura) la llegada de la red de internet. Ya que, a la par de ciertos beneficios de comunicación y acceso a la información, también se acentuaron problemas sociales que responden al rezago económico de la zona. 

El internet como señal de progreso

Entre las casas modestas, una iglesia,  una cancha de básquet, que sirve de foro comunitario, y una pequeña escuela destaca el local con una placa que dice «Internet», el primer lugar que instaló internet y comenzó a comerciar con él. Se necesitó la instalación de diferentes antenas para lograrlo, pues a Toxtla sigue sin poder llegar la línea telefónica y la señal de teléfono celular por encontrarse en la zona más intrincada de la sierra, entre cerros y montañas.

La idea fue de la familia Cruz Aldana, pues su hija Cristeta estudiaba la universidad en Zacatlán, pero no podía realizar sus tareas sin tener que regresar al municipio, implicando un gran gasto en transporte. Necesitaba, así como muchos otros estudiantes, el acceso a internet. 

Recurrieron a técnicos que lograron instalarlo en 2014 y decidieron compartirlo con la comunidad a través de un pequeño local.

Cristeta terminó administrando el local y, así como surgió por sus necesidades educativas, se comenzó a cubrir las necesidades de formación de los demás. Ella ahora ayuda a maestros e infantes a realizar tareas, especialmente pequeñas investigaciones. 

Más tarde, otro local de internet fue abierto: Cyber INNOV@. El local cuenta con tres computadoras de escritorio para los clientes y recientemente comenzaron a proporcionar tarjetas de una hora de servicio de internet por diez pesos. Estas suelen ser utilizadas por los jóvenes para navegar en sus celulares y tener más privacidad. 

Así, el documental se centra en las cuestiones que implica el acceso a la información de los jóvenes. Los adolescentes, al principio, llegaban al cyber para hacer tareas y actividades recreativas, como bajar música. Incluso se habla del caso de un chico al que le encantaba jugar básquetbol y se dedicaba a ver videos y tutoriales sobre cómo mejorar en el juego.

Sin embargo, también ingresaban a páginas pornográficas y a instructivos de cómo consumir drogas ilegales. Por este motivo, cuando comenzaron a vender tarjetas de acceso, los jóvenes las preferían, pues así mantenían en privacidad su historial de búsqueda. 

Toxtla, según comentan de pasada sus habitantes en el documental, tiene un problema de drogadicción en sus habitantes más jóvenes. 

Al evidenciar esta doble cara del acceso a la información, en Toxnet se obvian las verdaderas preguntas que motivan el documental: ¿el internet es realmente un progreso para la comunidad? ¿si trae problemas, por qué se aspira a él? 

Estas interrogantes se suman a la evidencia de que los pobladores de Toxtla siguen sin tener acceso a una vida digna, a pesar de que ya existe un camino pavimentado hacia Zacatlán y que la comunidad ya tiene acceso a la red. Con muy pocas opciones laborales, solo una mediana industria de cultivo de chile que paga muy poco a los jornaleros, la mayoría de las personas migra temporalmente a Zacatlán o de forma permanente a otros lugares para ganar mejores sueldos y mantener a sus familias. 

De esta manera, el trabajo documental de Zahira Aldana, como un gran acierto por una mente que parece profundamente crítica, apunta al verdadero problema de la comunidad: el rezago económico; del que los miembros más jóvenes parecen enajenarce con la ayuda del internet y el consumo de drogas.

Descentralizar las narrativas

Uno de los motivos por los que Zahira Aldana eligió a Toxtla como escenario de su documental fue porque su familia paterna es de allí. Ella pasó gran parte de su vida en esa comunidad rodeada de los cerros que, con una vegetación bellísima, han impedido la llegada de la señal de celular. 

No obstante, también le interesaba el contar una historia de una comunidad así: originaria, hablante del náhuatl, aislada por su geografía, porque justo son los lugares que más sufren invisibilización.

“Hay muchas historias que contar que no tienen nuestra atención porque no están en zonas urbanas o a las que no tenemos acceso por la geografía en la que se desarrollan”, explica la directora. 

Por este motivo, Aldana considera que su documental se instala en un reconocimiento de las vivencias de esas comunidades que han sido sistemáticamente olvidadas, no representadas ni ayudadas para que tengan campo laboral y asequibilidad monetaria estables.

Toxnet solo ha sido presentado ante los sinodales del proyecto de titulación de Zahira Aldana Ramírez. Ella considera que lo que mostró y ha elaborado hasta ahora es un primer corte que todavía quiere pulir antes de presentarlo públicamente. Cuando quede lista la versión definitiva, planea presentarlo ante la comunidad de Toxtla y en Puebla. 

Aldana Ramírez desea seguir haciendo documentales e investigaciones sobre pueblos originarios e historias de personas poco representadas en la industria cinematográfica. 

En 2018 ganó un lugar en Ambulante Más Allá –un programa de formación para jóvenes documentalistas en México–, participando en dos documentales que se elaboraron en ese contexto: A los once y Yolik (despacio). Estos se presentarán en la próxima gira de Ambulante. (texto de María José Andrade Gabiño de ladobe.com.mx)

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